Los resultados de ayer llegaron bien entrada la noche y no dejaban duda del mensaje que había enviado la ciudadanía, entre el voto en Blanco, las ausencias y el voto a Milei, 6 de cada 10 Argentinos le dijeron no a las dirigencias tradicionales.

El mismo se define como ANARCO CAPITALISTA y discursivamente lo afirma en cada una de sus intervenciones, alimentándose del descontento generalizado y moviéndose en el mundo de las comunicaciones no tradicionales, Milei se cargo a los mas tradicional de la dirigencia política y quedo a un paso de la presidencia de la nacion.

Juntos o no tan separados por el cambio.

En segundo lugar pero con una diferencia muy mínima, quedo Juntos por el Cambio, donde Patricia Bullrich arraso la interna y dejo a un desdibujado Larreta afuera de toda discusión incluso ganándole por PALIZA en su propio territorio, la ciudad de Buenos Aires, donde es el actual jefe de gobierno.

Muchos análisis vendrán en los próximos dias para explicar la derrota de quien hace menos de un año atrás desfilaba para la presidencia de la nacion y actualmente debe pensar mas en el retiro que una nueva incursión en la política electoral.

Unión por la patria.

En tercer lugar quedaron los oficialistas de Unión por la Patria con Massa a la cabeza, ganándole una interna definida de antemano a Juan Grabois, quien hizo un papel mas digno del que se esperaba antes del domingo. Muy pocos votos los separan de Juntos por el Cambio, lo que le da todavía aire para apuntar recuperarse el 22 de octubre cuando se definan las elecciones generales.

La realidad es que pasaron as PASO y quedo definida la interna, como decía José Luis Chilavert, filosofo y arquero paraguayo que muchas veces entendía a los argentinos mejor que nosotros mismos, los 3 candidatos Milei, Massa y Bullrich deben entender que «Todavía no han ganado nada» y están obligados por el bien del pais y los 4 años que se viene a romper con apatía y sobre todo Massa y Bullrich desarrollar un mensaje que llegue mas a la ciudadanía y tratar, TRATAR mucho de ganar un poco de una confianza que claramente la gente no tiene depositada en ellos.

Gustavo Zwanck

Opinión a Diario.