Lautaro clavero vuelve a escribir sobre la actualidad económica de nuestra querida Argentina, esta vez, en formato de verso.

El Economista de Fierro: El ministro que quiso ser presidente El diecinueve de noviembre Se disputa la presidencia Entre el cuerdo y el sincero Abandonaran toda decencia. Que sensación más amarga Tendrán los argentinos Gane quien gane, ellos pagaran desde su bolsillo. Estos versos están dedicados Al análisis económico De las propuestas más sinceras Y de los dichos más estrambóticos. Entre el cuerdo y el sincero se revolean con todo Con el loco o el mentiroso Este estado dispendioso Enfrentara un ajuste lastimoso. La nobleza me obliga, a no faltar a la verdad Uno de los dos ya está en funciones, aunque lo quiera negar, Ya es responsable del problema, a solucionar. Cuarenta y cinco por ciento de pobreza y no baja la inflación que si impuestos, que si devaluación El sincero quiere llevar esta economía, a su completa extinción. Nos roban los ahorros y nos falta combustible Esta economía enfrenta, una decadencia terrible. Salarios miserables y precios elevados El sincero no es amigo del proletariado Se presenta ante todos Con una imagen racional Siempre gozo, de un dote actoral. El sincero no entiende de economía Está no se maneja del sillón Implica a cada transacción Que genera presunto valor. La economía no es exacta No es un conjunto de matemáticas Son nuestras preferencias sistemáticas Las que evitan transacciones erráticas. Esto mismo es lo que el gobierno no entiende No es culpa de los comerciantes indecentes Ni del valiente que emprende Esto es culpa de los mismos de siempre. Poco podemos pedirle al ministro De esto no tiene registro Después de todo se graduó de abogado y para el comercio no es el más dotado. Esta socorriendo por ayuda mientras mantiene su posición tozuda Ante los reclamos inminentes de un pueblo que pone, su gestión en duda. Las propuestas son pocas y de baja calidad Baja los impuestos de forma gradual Suple el faltante con más billetes Que poco valen y pocos adquieren. La inflación distorsiona todos los mercados Golpea desde el financiero Hasta en los enlatados Siempre los que zafan, son los acomodados. No se confundan por mis versos desgastados No lo digo con enfado Lo advierto con preocupación Entre las habilidades del sincero No se encuentra la compasión. El sincero recita sus versos kirchneristas Esta aconsejado por malos economistas Y con una gran falta de lealtad Se olvida de su pasado, republicano y liberal. A la memoria de mi padre, Eduardo Mario Clavero (1962-2023)
