El presidente electo dio un discurso lleno de consignas sobre las ideas libertarias, aunque no anuncio ninguna medida concreta de las medidas que tomara su gobierno a partir del 10 de Diciembre.

Fue contundente en cuanto a lo que viene en las medidas que según el necesita la Argentina, desecho de raíz la posibilidad de llevar una política de gradualismo para las reformas y fue muy claro, «No hay Lugar para el gradualismo, ni para las tibiezas, ni para las medias tintas para las medidas que hay que tomar para mejorar la vida de la gente»

Con una clara referencia a las ideas de Alberdi, la libertad de comercio y de respeto a la propiedad privada, dejo claro que los compromisos del estado Argentino va a ser respetado a rajatabla, dejando claro que las deudas serán respetadas y honradas, en lo que se podría entender como un mensaje al FMI y los organismos de crédito internacional.

En lo político fue muy duro con las declaraciones de Massa que de alguna manera quiso «tirarle por la cabeza la responsabilidad de gobernar a partir del lunes 20 de noviembre, dijo que era de una bajeza enorme esas declaraciones.

Además también convoco a todos aquellos que quieran acompañar el gobierno y las ideas libertarias a sumarse, «no importando de donde provengan» (todo con los canticos de la hinchada que entonaba el clásico del 2001 Que se vayan todos)

Para la oposición y aquellos que no acompañen el proceso que viene dejo claro y repitió hasta el cansancio que «DENTRO DE LA LEY, TODO FUERA DE LA LEY NADA» y que NO HAY LUGAR PAR ALOS VIOLENTOS.

Un discurso medido donde lo que no dijo fue la clave, no hablo de dolarización ni de «dinamitar el banco central» ni ninguno de los temas polémicos que fueron centrales en la campaña electoral.