Alejo Apochian se ha convertido en un embajador destacado de Villa La Angostura en Francia. Este joven angosturense fue seleccionado el año pasado para participar en la iniciativa «Montañas y Lagos» liderada por la ONG Tetraktys, dedicada a fomentar proyectos de turismo sustentable y culturales. La propuesta incluyó la oportunidad de enviar a un voluntario por ocho meses; financiado por «Voluntarios de Francia»; seleccionado entre postulantes de toda Sudamérica.











Alejo, con un fuerte interés en áreas ambientales y conocimientos en turismo, se preparó para esta oportunidad aprendiendo francés y tras ser seleccionado, recibió a la comitiva francesa en Villa La Angostura para integrarse al proyecto y viajar junto a ellos a Francia, donde meses después recibió la comitiva de Argentina.
En Francia, Alejo no solo demostró fluidez en francés facilitando las comunicaciones, sino que también desplegó un papel crucial en la planificación y ejecución de la agenda del intercambio, Recorrió los municipios socios del proyecto, identificando temas de interés común y organizando actividades educativas y de gestión turística.
Uno de los puntos destacados de su misión fue investigar «El futuro de las comunidades de montaña frente a las alteraciones climáticas», incluyendo entrevistas a jóvenes locales, esta investigación fue presentada en el auditorio del Museo de Grenoble al público en general, en una mesa redonda donde intervinieron científicos, intendentes y técnicos, destacando la contribución de Alejo al debate sobre la adaptación de los territorios de montaña al cambio climático.
El éxito de Alejo en esta misión también se debe al trabajo en binomio con Bastien, un voluntario francés, y Gwenn, líder del proyecto «Montañas y Lagos», ambos franceses. Esta colaboración internacional no solo enriqueció el intercambio de conocimientos y experiencias, sino que también fortaleció los lazos entre Villa La Angostura y Francia en materia de desarrollo sustentable y turismo responsable.
Su desempeño y dedicación fueron elogiados tanto por sus pares como por los científicos y actores locales presentes. Alejo no solo se adaptó perfectamente al entorno francés, sino que también representó con orgullo a Villa La Angostura y a Argentina, demostrando una capacidad excepcional para aprender y comunicar en un contexto internacional.
Sus logros en esta misión no solo enriquecen la colaboración entre Villa La Angostura y Francia en materia de turismo sustentable, sino que también inspira a la comunidad local y a jóvenes interesados en seguir sus pasos en la defensa del medio ambiente y la promoción de un turismo responsable.


Para más información del proyecto
https://www.alpes-patagonie.tetraktys-ong.org/
Transcribimos el discurso de Alejo de cierre de la mesa redonda:
En primer lugar, quiero agradecer a todos los organizadores por habernos dado la oportunidad de expresarnos a los jóvenes, a todas las colectividades francesas por haberme recibido tan bien en sus territorios, y a France Volontaires por estos excelentes dispositivos para los jóvenes de todo el mundo.
Personalmente, la montaña y los lagos tienen un significado muy especial para mí. He tenido la suerte de nacer y criarme en ellos, lo que me permitió aprender a entenderlos y cuidarlos desde una muy temprana edad. La montaña y los lagos te enseñan muchas cosas, desde los fundamentales valores de la vida, pasando por la capacidad de autonomía y de adaptación, hasta aspectos biológicos y ecológicos, entre otras cosas. También, estos espacios naturales tienen la habilidad de generar sentimientos muy profundos en nosotros mismos: nos pueden asombrar, tranquilizar, enorgullecer, e incluso enamorarse; todo eso, a veces, con tan solo una simple mirada. Esto es lo que me genera mi lugar de origen, la Patagonia.
En este contexto particular en el que me encuentro actualmente desde hace 6 meses como voluntario en servicio cívico para el proyecto “Montañas y Lagos”, he podido comparar y conocer las realidades de otro territorio de montaña que hoy en día se ve atravesado por los mismos desafíos y problemas que la Patagonia por causa del turismo y de las alteraciones climáticas.
Estos lugares, a su vez, son muy dinámicos. No solo no es lo mismo una montaña o un lago en invierno que en verano, sino que tampoco es lo mismo en un día de lluvia que en un día soleado, ni a las 9 de la mañana como a las 10 de la noche. Las montañas y los lagos cambian constantemente, y uno siempre puede encontrarles algo bonito en cada momento.
Pero estos lugares tienen una regla de oro: a las montañas y los lagos, se los respeta. Y esto implica conocerlos, lo que a su vez quiere decir que hay que pasar tiempo en ellos. De la misma manera como dos personas se conocen para ir convirtiéndose en amigos, es un proceso que requiere dedicación, paciencia, y tiempo. Uno puede tener amigos desde hace años, con quien ha vivido muchas experiencias, y con quien uno se siente cómodo, pero hay un elemento que nunca puede faltar para que la amistad funcione: el respeto. De la misma manera, uno puede tener mil historias en las montañas y los lagos, sentirse cómodo en ellos, y hasta conocerlos como la palma de su mano, pero sin el respeto, es imposible de lograrlo.
Nosotros, debo decirlo, le hemos faltado el respeto a nuestra querida amiga la naturaleza, y las consecuencias de esto se pueden ver en la actualidad. Es por eso que es urgente que nos reconciliemos con ella, porque nada remplazará la pérdida de una amistad, de un amigo, de una vida.
