UN CAMINO A LA RECONSTRUCCIÓN (Por Hipatia Vla)

A 41 años de la recuperación de la democracia.

Una institución es en general una fundación. 

Así como en la construcción, es la parte que le da seguridad a un edificio y la estructura sobre la cual levantar las paredes. De esa misma manera, cuando nos damos una forma de organización social (edificio), creamos instituciones (fundación) promoviendo la seguridad que hará que se sustente aquella.

En un sistema democrático encontramos instituciones que se deben cuidar y respetar, tanto por parte de los representantes elegidos por el pueblo, como por el pueblo mismo.

En la actualidad estamos viviendo una realidad en que se descuidaron y se burocratizaron las herramientas de participación ciudadana y las funciones de representatividad que tienen los elegidos. Convirtiendo su tarea en rutinaria, sin creatividad ni empatía con los problemas que van surgiendo dentro de la sociedad.

Vemos que los puestos políticos son ocupados, en general, por ciudadanos que muchas veces no toman conciencia de la importancia del lugar que se les dio para ocupar en la organización social.

Se toma como deber sólo la gestión de la administración pública, dejando de lado la responsabilidad que significa la representatividad que llega con el cargo público, que es la delegación de tareas que le confía el votante. La sociedad reclama también ese rol.

El funcionario debe asumirlo y de esa manera honrar el voto del ciudadano.

Las elecciones no son sólo un acto, una obligación o el ejercicio de un derecho constitucional, también deben ser tomadas como un compromiso ético entre el elegido y el elector, que tiende a la búsqueda mutua de confianza y credibilidad.

Debemos recuperar el sentido y la importancia que tienen las instituciones y es también con el ejemplo que nuestros representantes deben dar.

La gestión tiene que acompañar esas señales de respeto a la palabra oficial. 

¿Cómo se logra eso? Haciendo lo que se dice o se promete hacer.

De esa manera se recreará el vínculo con el otro. Se comenzará a recuperar el valor de la palabra (herramienta que nos distingue como humanos) y la consideración que merecemos como semejantes.

Hipatía VLA.

(Imagen Crédito De Miguel César – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=21367316)