Hipatia Vla comparte con nosotros un análisis de lo que sucede en la designación de los jueces por decreto para cubrir cargos en la corte suprema de Justicia de la Nacion.
COMO HACER DECIR A LA CONSTITUCIÓN LO QUE NO DICE. Todo régimen republicano, como el nuestro, habla y hace a través de la Constitución.
En estos días se vuelve a hacer lo que la Constitución no dice. ¿Cómo? con manejos de tiempos y plazos que, a la luz de los acontecimientos recientes, están siendo vulnerados y utilizados en interés de un hiperpresidencialismo que bordea la inconstitucionalidad.
De acuerdo al artículo 99 inciso 4 de la Constitución, el Presidente de la Nación «nombra los magistrados de la Corte Suprema con acuerdo del Senado por dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública, convocada al efecto.»
Pero, en el inciso 19 dice que «Puede llenar las vacantes de los empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión que expirarán al fin de la próxima Legislatura.»
El Senado entró en el receso establecido por la Constitución, sin que el Poder Ejecutivo le presente a sus postulados.
El resaltado en negrita abre la posibilidad a la maniobra de » hacer decir lo que la Constitución no dice», excluyendo al Senado de participar de la selección de señores, que tendrán en sus manos, el permitir o no el ejercicio de la libertad, la propiedad y los derechos del resto de la población.
La Presidencia optó por «usar» el inciso 19 para nombrar en Comisión a sus seleccionados, quitando de esta manera la obligatoriedad establecida de que el Senado, otro poder constitucional y representativo del voto popular, valide o no esa selección.
Este nombramiento en Comisión dura todo un período legislativo y podría repetirse la maniobra hasta el fin del mandato, o sea hasta finales de 2027.
En definitiva, el sistema de «pesos y contrapesos» que en una República hace que cada poder elegido por el ciudadano, pueda controlar al otro poder en cumplimiento de las leyes, caiga en desuso y destruya lo que costó sangre llegar a construir. Nos hace perder lo que conocemos como República Argentina, pasando a ser una simple republiqueta, sin garantías ni seguridad para sus habitantes.
Hipatia VLA
