EL PRINCIPIO DEL FIN: Al terminar la Segunda Guerra Mundial en 1945, lo que conocemos como mundo occidental estaba devastado, tanto política como económicamente.

Se había derrotado al «Eje» (Alemania, Italia y Japón) y lo habían logrado los llamados «aliados», principalmente países europeos junto con Estados Unidos y la Unión Soviética. 

Se comenzó a perfilar una nueva organización de estados que, entre otros objetivos, buscaba reconstruir a Europa, ya que habían transcurrido seis años de destrucción y hambruna, genocidio de por medio, a manos del nazismo.

El gran ganador de este nuevo orden internacional fue Estados Unidos, ya que, aunque el mundo había sido repartido entre dos potencias diametralmente opuestas en su sistema de gobierno, la Unión Soviética y los ya mencionados norteamericanos, éstos últimos generaron un plan económico denominado Plan Marshall a fin de reconstruir la destruida Europa, lo que les permitió tomar la vanguardia en la hegemonía mundial, que transcurriría durante todo el siglo XX.

Este plan permitió reorganizar la economía mundial y entre otros organismos supranacionales creados, Banco Mundial entre ellos, se da nacimiento al Fondo Monetario Internacional, que entre sus objetivos establece fomentar el comercio y garantizar la estabilidad financiera internacional. Fue conformado en ese momento (año1944) por 45 países miembros. Siendo Estados Unidos el principal miembro con mayor cantidad de votos en las decisiones a tomar. El plan Marshall fue la herramienta que le dio el poder que hasta hoy sostiene Estados Unidos.

¿Cómo se desarrolló en nuestras latitudes, específicamente en Argentina, este proceso?

Aquí, Argentina continuó hasta casi el fin de la guerra con su tradicional política de neutralidad ante los conflictos bélicos mundiales.

Para la época había comenzado el gobierno democrático del General Juan Domingo Perón, que nunca ingreso al F.M.I. siguiendo su principio de soberanía nacional, dado que pasar a formar parte del F.M.I. hubiera implicado someter su política nacional a decisiones dispuestas por ese organismo supranacional. 

Al producirse el cruento golpe militar de 1955 que destituyó al peronismo, el gobierno de facto, entre las medidas que retrotrajeron el sistema económico, político y social a la época conservadora pre-peronista, ingresó al Fondo Monetario Internacional y hasta la actualidad, Argentina tomó ya 23 créditos con dicho organismo.

Dicha política de endeudamiento no se limitó sólo a gobiernos de facto, sino que, salvo en un breve interregno entre 2006 a 2015, en que se pagó la deuda histórica, los gobiernos democráticos subsiguientes han comprometido su política económica al cumplimiento de los condicionamientos impuestos por el F.M.I. con cada toma de deuda.

Argentina y su pueblo siguen sufriendo las políticas de ajuste impuestas, al dejar de lado políticas soberanas de industrialización y desarrollo económico que inteligentemente nos permitirían encaminarnos hacia un destino mejor.

Hipatia VLA